martes, 22 de junio de 2010

Ella 1

Hasta que no se lava los dientes no dice ni pío. Se levanta como en la canción, con su elegancia mañanera, y también la voz ronca de 7 horas mal dormidas de silencio. Sus pies descalzos bajan sigilosos los escalones en busca de un dulce con el que empezar el día. Nunca café, siempre Cola Cao. Después se pone en marcha.
Ella detesta la lentitud del transporte público aunque es ahí donde pone diálogos en conversaciones que no escucha por el sonido de su MP3. Cada compañero de trayecto es candidato a convertirse en ficción en las páginas de su diario, pero no lo saben.

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