sábado, 23 de septiembre de 2006

LA INTENSIDAD PERSONIFICADA

Todo empezó con una botella de vodka. Me armé de valor, me puse las mejores galas y me presenté en Moncloa. No sabía si iba a encajar y ahora estoy jodidamente/felizmente incrustada.
Esas caras, de las cuales dudaba si recordaría sus nombres, me ofrecieron sonrisas. Peticiones de ron, whisky, calimotxo... ¿y qué pasaba con el vodka?
Una chica morena de enormes ojos llenos de vida, agarrada del brazo a un hombretón me dijo que ella también bebía vodka. Luego dicen que DYC une...
La tipa hablaba sin parar, gesticulando, chillando, riendo, bailando... Era como si la intensidad se hubiese personificado.
Al contrario de lo que pensé, al día siguiente recordaba que su cara se correspondía con un "Ana Blazquez". Van a hacer cuatro años de aquello y parece que fue ayer cuando observábamos tristes que África se quedaba ahí, en otro continente.
Dicen que las desgracias no van solas y se obvia que las alegrías pueden repetirse infinitamente. Pues bien, el destino (por medio de un empujoncito) nos devolvió a aquellas gentes morenas que no distinguen entre Isabel Pantoja y "tía buena". En la maleta me llevé muchas cosas, pero se me olvidaron los tapones para los oídos, así que cada noche el móvil de Ana, que no sus ronquidos, me despertaba. ¿Cómo alguien con sonitono "I need a hero" se complementaba conmigo hasta el punto de parecer Zipi y Zape?
No puedo olvidar las "misiones imposibles" que nos montábamos con una simple tarjeta-llave que accionaba las luces del cuarto. Tampoco las carreras a lo gato y ratón por los pasillos con portazos incluidos. Ni ocultarnos la última noche con nuestro señor pedo de Vodka danés (lo que hace un bonito envoltorio..puaj!) de los empleados del hotel.
Son muchos los momentos, las alegrías compartidas, los llantos sostenidos, las dudas aclaradas. Esa tipa exagerada me ha aconsejado día tras día en los pasillos de hormigón. Esa niña enmadrada me ha dado la razón y parece haberse hecho un hueco en otra ciudad. Al final va a resultar que la independiente es ella y no yo.
Ahora estoy aquí, tras mirar día sí, día también, su blog, decidida a comenzar la cuenta atrás que me traiga noticias suyas:

10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...
...0...
...1, 2, 3, 4, 5...

¡haz que pare, por favor!

1 comentario:

Ana dijo...

Te iba a escribir algo personal, especial e intranferible... pero me he quedado en blanco y con lagrimillas en los ojos.
Solo me sale una cosa, y es lo mas sincero que te puedo decir en este momento.
Te quiero mucho mi niña.