jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Es bueno o no?

Una vez un segundo me dijo de un tercero que no sabía si era buena persona o no. Lo soltó como quien dice "que sueño tengo", ahí, de tapadillo, en cuclillas. Probablemente sin ninguna intención, seguramente convencido de que caía en saco roto, sin que lo recogiera nadie.
Cómo no, mi cerebro, que es un malpensado, reaccionó al comentario como la coca cola al mentos. El segundo hablaba de un tercero que no conocía precisamente de ayer. Efervescencia pura en mi cráneo.
Desde entonces sospecho. Y me cercioro. Un paso más, me confirmo. No por la estima al segundo, no. Es esa duda -¿es bueno o no?- tan extraña. Esa interrogación desubicada.
Es la pregunta que tiene la respuesta más evidente de todas.

No hay comentarios: