miércoles, 13 de diciembre de 2006

LO PASADO

El destino regalóle un techo para envejecer, mas dormía con una mala elección. Pesábale la cabeza por los quejidos de la querida, o tal vez fuesen las astas desgastadas. Posósele un recuerdo sobre su mente mientras preparaba algo para comer sólo. Allí estaban esos ojos de niña que hiciéronle temblar en su momento. Recreóse en las caricias que intentóle robar un día, evocó esa inmadurez que púsole en tantos aprietos. Atravesáronsele las charlas que cesaron con el tiempo y la indiferencia. Acordóse de que conoció a otro. Atragantósele el haberse creído único e insustituible. Faltáronle esos besos que nunca llegó a rozar. Arrepintióse de haber tropezado con la felicidad y de no haber recogido su rastro.

Ya en el presente su futuro se divisaba así por un traspiés de un pasado anclado.

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