miércoles, 12 de diciembre de 2007

jueves, 6 de diciembre de 2007

IMAGINO...

Un salón de maderas y metales, un cuadro de Lichtenstein gobernando. Unos buenos libros en sus estantes, la última tecnología frente al sillón. Un estudio con dos sillas, un cuadro de Escher con historia. Una habitación con una cama blanca y un par de almohadas rojas... Adivino quién duerme bajo la colcha.

PILOTO DE PAPEL

A pesar de tu maestría conduciendo las vidas con tus letras necesitas una brújula de hierro y cristal para no perderte en las nubes de algodón del azul plastidecor.

ATERRIZAS



Subir a un avión es algo simbólico. Realmente no es el hecho de subir lo que te produce sensaciones, es lo que significará cuando aterrices. Siempre hay algo bueno que descubrir. Lo malo son las condiciones atmosféricas, con el antojoso cambio climático nunca sabes qué te deparará en tu destino.
Yo no tengo vuelos que coger en lo que queda del año, pero sí volveré a sentir las náuseas que producen la ingesta de temores a la espera de un avión. Y sé que todo anda bien y que un sol de invierno, más cálido que nunca, por fin llega del Este. Sin embargo, ahí están.