Tumbada sobre su cuerpo en la aparente tranquilidad. De repente se asfixiaba, el corazón le palpitaba con gran fuerza. Se abrazó a él y acercó su rostro. Más besos y esa sensación. El cuerpo le vibraba. Él acariciaba su espalda. Pequeñas cosquillas llegaban hasta su cuello. Un sentimiento no comprendido. Le asustaba. Respiró hondo y le miró. Sonrió mientras le acariciaba la cabeza. Él tenía la mirada tranquila y risueña bajo sus ojos avellana. Sus labios rosados hablaban: "Te quiero". Ella volvió a besarle. La sangre subía a su cabeza. Sus ojos empezaron a humedecerse: "¿Qué me está pasando?". Una pequeña gota nacía y los recorría. Puso la cara sobre su hombro. Rápidamente. No quería que viese lo que le estaba pasando. Lo comprendió. Por primera vez en su vida lloraba de alegría.
(G.Klimt: "El beso")
1 comentario:
Llego a casa y me siento vacío,
miro en silencio mi habitación y el aire empieza a escasear, será eso o que necesito respirarte.
Mecer tu cuerpo sobre el mío y escuchar tus labios, sentir tu pelo sobre mi espalda y mi pecho contra el tuyo.
Miro en mi habitación y la veo fea, fría y seca.
No me falta el aire...Me faltas Tú.
Publicar un comentario