martes, 31 de octubre de 2006

SIN JUICIO



He perdido el juicio y es irreversible. Ya no hay nada que secuestre mi locura. He perdido las cuatro patas de la silla que me mantenía en equilibrio. Poco a poco la locura ha ido creciendo en mi, se han marchado paso a paso los guardianes que custodiaban mi cordura. Ha sido lento, doloroso, sangriento, mas todo ya ha acabado. He colmado mi vaso de sensatez. He sentido como las situaciones que creía controlandas se han ido apoderando de mi mente hasta anestesiar mi sangre. Soy incapaz de controlar mis actos, ahora sólo aquello que salga de mis entrañas dictará mis decisiones. Escribiré historias sin importarme que sean obsesivas o lunáticas. Seré yo quien sin escrúpulos mueva a los maniquís de este gran teatrillo, sin importarme las consecuencias, a sabiendas de que soy una incoherente persona desmolarizada y no todo el mundo tiene que estar conforme. Han cortado las raíces que me convertían en una persona de un tiempo pasado, una persona que necesitaba triturar los alimentos hasta convertirlos en papilla. Ahora me basta desgarrarlos de cuajo y engullirlos para que no se enfríen. Soy un ser injusto, irracional, sin escrúpulos, puesto que no puedo establecer juicios de valor. Hago cosas sentidas y sin sentido. Con veintiocho marfiles... ¡zas!... os machacaré los huesos. Soy un miembro del futuro que no necesita más dientes que los que caben en su pequeña mandíbula, y como el incierto mañana pinta apocalíptico, de mi boca saldrán palabras desmedidas que me llevarán a juicio. Y una vez más lo volveré a perder.

( "La naranja mecánica" de Stanley Kubrick)

viernes, 20 de octubre de 2006

¡FELICIDADES!

Contra la creencia de que los mejores regalos te los hacen las personas a las que quieres o que más te quieren, disfruto desde hace unos cuantos meses del regalo más bonito a la par que útil que se pueda imaginar. Este regalo ya fue envuelto dos años antes de nacer yo. Dos personas totalmente desconocidas prepararon con mucho amor y una pizca de sal un postre que no probaría hasta casi veintitrés años después de su cocción. Una pareja a la que no conozco más que de oídas y fotos hicieron de carne y hueso un sueño y se lo regalaron a una niña que una noche se puso unos zapatitos nuevos sin tacón. No sé si también se encargaron de ocultarlo a propósito, haciéndome desesperar, dar tumbos y palos de ciego, pues no lo vi hasta hace unos meses.
Un hombre y una mujer que pronto dejarán de ser imágenes en dos dimensiones me han regalado algo que siento como único, y lo que es mejor, mío. Me han dado un motivo para amar.
Teniendo en cuenta esto no creo que consiga regalarte nada mejor de lo que me regalaron un día como hoy hace ya 23 años. Porque tú sí que eres magia. Felicidades mi niño…

¡¡¡Y QUE VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ!!! (y tu padre, claro)



(Incubus- "Are you in?" )